En el mundo de la ciberseguridad, un Honeypot es un recurso que, de manera intencionada, imita a un sistema informático real añadiendo vulnerabilidades que pueden ser atractivas para los atacantes. En otras palabras, es un “señuelo” que se utiliza para mejorar la resiliencia de una infraestructura digital y que permite recabar información acerca del modus operandi de los intrusos que buscan acceder a ella. ¿El secreto? El espacio está aislado del resto de la red y brinda la opción de controlar las consecuencias del ataque en cualquier momento.
¿Para qué sirven los honeypots?
Entre otras, los honeypots permiten:
Detectar ataques en curso. Al atraer a los atacantes a una infraestructura simulada, estos recursos alertan tempranamente a los administradores y les permiten tomar medidas de protección antes de que exista un impacto sobre los sistemas reales.
Identificar a los atacantes y entender mejor sus tácticas y técnicas. Mediante la recopilación de información sobre las herramientas y técnicas de acceso utilizadas por los atacantes, los profesionales de ciberseguridad pueden evaluar y mejorar las medidas de defensa y prepararse para futuros ataques.
Señalar el tipo de dispositivo y el sistema operativo utilizado para el ataque. Los honeypots pueden especificar si el ataque proviene de una computadora de escritorio, una laptop, una tablet o un móvil. Además, en muchos casos permiten conocer el sistema operativo utilizado durante el proceso.
Realizar auditorías periódicas. Estos recursos permiten recopilar información sobre amenazas de manera continua. De este modo, ayudan a que el equipo de ciberseguridad pueda modificar sus protocolos de seguridad para que estén en línea con las necesidades reales del entorno.
¿Cuántos tipos de honeypots existen?
Hay varios tipos diferentes, cada uno con sus propias ventajas y desventajas. Algunos son muy simples y se utilizan principalmente para detectar de manera rápida y a bajo costo ataques poco sofisticados. Por otro lado, existen honeypots complejos que emulan a la perfección a un sistema real y atraen atacantes avanzados con el objetivo de recabar inteligencia sobre ellos.
¿Qué desafíos presentan?
Aunque son útiles para detectar y prevenir ataques contra infraestructuras digitales, los honeypots presentan algunos desafíos. En primer lugar, pueden ser costosos de implementar y gestionar. Sin el conocimiento adecuado, son difíciles de configurar y requieren tiempo y esfuerzo para mantenerlos actualizados y seguros. Por otro lado, si bien gozan de una excelente relación costo-beneficio para detectar atacantes poco sofisticados, su implementación se encarece frente a intrusos más avanzados y peligrosos.
Asimismo, es importante tener en cuenta sus limitaciones. Y es que NO deben ser utilizados como una medida de seguridad única. En su lugar, se los debe ver como parte de una estrategia general que se integre a firewalls, control de accesos lógicos, segmentación de redes, y una sólida política de actualizaciones de software.
En resumen, los honeypots cumplen una función sencilla pero muy útil: atraer y entender cómo operan los atacantes para evitar impactos negativos en activos críticos. Por otro lado, también permiten detectar incidentes en curso, identificar su procedencia y proteger información confidencial. Sin embargo, presentan ciertos desafíos. ¿El más importante? Su despliegue requiere de tiempo y, fundamentalmente, de expertise técnica. Recursos imprescindibles que un partner como Sabyk puede brindarte de manera efectiva y 100% personalizada.
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